Existen varios medicamentos de uso comercial que han sido autorizados en España para la caída del cabello, pero la base de todos ellos es el minoxidil o minoxidilo (uso tópico) y la finasterida o finasteride (uso oral).
Minoxidil
El primer medicamento para estimular el crecimiento del cabello y desacelerar la calvicie que fue aprobado por las autoridades sanitarias fue el minoxidil (loción tópica al 2 ó 5%), inicialmente se utilizo para la hipertensión arterial.
Un estudio del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, Israel, constató mejoras cosméticas notables en sólo el 6,6% de las personas tratadas. Actúa mejor en la coronilla que en las áreas frontales de la cabeza y en las personas menores de 40 años de edad cuya pérdida de cabello es reciente. Se suele tolerar bien. En todos los casos hay que aplicarlo dos veces al día y de por vida, si se interrumpe el tratamiento, a las pocas semanas la mayoría del cabello recuperado se pierde.
Finasterida
El otro medicamento son los comprimidos de finasterida, que en dosis cinco veces más alta se utiliza para controlar la inflamación de la próstata. Actúa reduciendo la cantidad de DHT (dihidrotestosterona), responsable final de la caída del cabello. Los estudios más optimistas puntualizan que ralentiza la caída en un 83% de los pacientes, y en el 66% permite engrosar las cabellos existentes. Solo está indicado para los hombres y como el anterior se tiene que tomar de por vida.
Un artículo de la revista médica Drugs, señala que el fármaco es bien tolerado, aunque puede producir trastornos de la eyaculación y disfunción eréctil en el 2% de quienes lo toman (ambos problemas se corrigen al suspender la medicación).
Tanto el Minoxidil como la Finasterida tiene que ser recetado/a por un médico.